Sácala a bailar
- Sara Fernández González
- 19 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Llega un momento en el que ya no sabes qué hacer para sentirla más cerca. Ya te sabes todas las estratagemas. Lo has probado todo y aún así sigues teniendo la misma sed de ella. No has logrado saciarla. Incluso dirías que tienes más.
Pues creo que ha llegado la hora de tenderle la mano y sacarla a bailar.

Da igual si suena una rumba, un merengue o una bachata. Tú sácala a bailar. Deja que coja tu mano y sus pies se muevan torpes por el suelo. Incluso deja que te pise. Te pedirá perdón una y mil veces más. Seguramente se sonroje y te darás cuenta de lo preciosa que es. ¿Cómo no te habías dado cuenta antes?
Con sumo cuidado deja que tu mano se deslice sobre su espalda, incluso un poco más abajo, rozando el límite. Verás que se ruboriza de nuevo y te mirará poniendo esa sonrisa burlona que solo ella sabe. Esa que te hace quererla aún más, si eso es posible. Entonces en ese momento querrás acercarla más a ti. Querrás no soltarla nunca.

La sigues llevando al son de la música. No eres un experto bailarín, pero no se te da nada mal. Le das vueltas y vueltas hasta marearla, con el único propósito de que se apoye en ti y caiga en tus brazos. Te las sabes todas. Todo está premeditado, todo la lleva a ti.
Transmítele confianza con tus manos, deja que incline la cabeza hacia atrás al reírse. Deja que se lleve, que sea ella misma. Porque será la mejor versión que veas de ella. Mantenla firme, cuando pierda el equilibrio apoya tu mano en su cadera.

Entonces llega el mejor momento. La canción está a punto de terminarse y ella apoya su mejilla en tu pecho. Qué pequeña y qué grande a la vez. Tararea los últimos compases con esa voz ronca. Notas como su voz vibra en tu interior. La agarras aún más fuerte y comprendes que en ese instante eres un completo idiota.
¿Cómo no la habías sacado a bailar antes?
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